
Me obsesiona el cerebro y su capacidad para generar conexiones inesperadas. A veces, esos cruces mezclan sentidos distintos y dan lugar a la sinestesia, una experiencia poco común que solo vive un pequeño porcentaje de la población. ¿Es posible escuchar una imagen? ¿Olerla, tocarla, incluso saborearla? A través del díptico y del autorretrato exploro estas preguntas, no para dar una respuesta definitiva, sino para abrir nuevas formas de mirar.